Aunque Osamu Dazai es un escritor respetado en Japón, no es del gusto de muchos por su turbulenta vida bañada en alcohol (y alguna que otra droga) y sus obsesivas ideas sobre el suicidio y la muerte.
Dazai nació en Kanagi (prefectura de Aomori), en 1909. Su verdadero nombre fue Shuji Tsushima y fue el décimo hijo de una familia noble acomodada que dejó su crianza a cargo de una tía y los criados de la casa; algunos creen que la falta de cariño de sus padres fue la causa de todos sus problemas mentales que, finalmente, lo condujeron al suicidio (en el quinto intento) junto a su amante.
Descubrí a este autor hace unos meses en la biblioteca de mi ciudad que no tiene muchos libros en español, pero encontré algunas obras interesantes, como Shayō (El ocaso), de Osamu Dazai. Había sido traducida al español por Montse Watkins, pionera en la traducción de literatura japonesa, y su lectura me causó una fuerte impresión. Esto me animó a leer su siguiente novela, Indigno de ser humano (Ningen shikkaku), que publicó en 1948, un año antes de su muerte.
La novela es de corte autobiográfico y es difícil saber qué es verdad y qué, ficción. Relata la vida de un artista que, bajo una apariencia extrovertida y bromista, esconde un profundo miedo: que todos descubran que es diferente al resto del mundo. Esas angustias personales lo llevan a refugiarse en el alcohol y a tener una actitud de desidia y hastío ante la vida.
El lenguaje que utiliza Dazai es sencillo y cercano, pero sorprende la facilidad con que puede transmitir emociones como el desarraigo, la soledad, la incomunicación, la aparente indiferencia hacia todo lo que le rodea… Es un autor que fascina y horroriza a partes iguales.

Título: Indigno de ser humano (Ningen shikkaku)
Autor: Osamu Dazai
Traducción: Montse Watkins
Editorial: Luna Books
Nota: en septiembre de este año se estrenó una película sobre Osamu Dazai con el mismo título de su novela. No la he visto, así que no puedo opinar sobre ella. Os dejo el tráiler por si queréis echarle un vistazo.