Pajarito, ¿por qué languideces?
Te encerraste en una jaula y ahora te niegas a salir.
Tus ojos no tienen luz.
Tus colores se apagan.
¿Por qué no escapas y extiendes tus alas sobre mí?
Te he llamado y tú me rehúyes.
Tienes frío y no te puedo calentar.
¿Recuerdas? Volamos juntos por el cielo azul,
muy alto, ¡arriba!, ¡arriba!
Y yo te seguía. Siempre detrás, mi dulce pajarito.
Tan ingenuo, tan cabezota. Tan hambriento de amor.
Quiero tocar el sol y la luna contigo, ven, ¡salgamos a volar!
Pero te quedas inmóvil y en silencio. La mirada clavada en el suelo.
Pajarito, ¿qué hay dentro de tu cabeza?
¿Un cielo brumoso, una tormenta que te enloquece?
Quizás un torbellino de dolor…
Matilda, los libros y otras cosas
y todo lo que se me ocurra